Otros objetos interesantes son las marionetas y las antigüedades. En los días que siguieron a la Revolución era fácil encontrar piezas de auténtico estilo Art Noveau, cristal de Bohemia o pistolas de duelo, por poner un ejemplo, a precios increíbles; aunque todo esto pertenece al pasado, la compraventa de antigüedades sigue estando a la orden del día, y los precios son más baratos que en otras capitales europeas.
En las zonas más turísticas suelen congregarse los establecimientos típicos; en el mercado de la calle Staromestska Namesti, en la Plaza de la Ciudad Vieja, hay una enorme variedad de puestos de cristal y artesanía. La calle Parizska, uno de los emplazamientos más céntricos de la ciudad, está plagada de tiendas de artículos de lujo; mientras que en el Puente de Carlos IV hay puestos de vendedores ambulantes que ofertan pinturas y artesanía, compartiendo el lugar con los músicos callejeros. Y todo ello, sin olvidarnos de la Plaza de Wenceslao en la Ciudad Nueva, donde los precios de las joyas de ámbar y la cerámica (en especial las vajillas) son más asequibles. Por último, para los amantes de la literatura queda una visita al Barrio de Kafka y sus casas de colores; en las librerías encontraremos la obra del gran escritor y otras sobre la leyenda de El Gólem, típica de Praga. También encontraremos artesanía, artículos de piel y juguetes de madera en el mercado Havelská, Praga 1, y en el Mercado de Navidad en diciembre.